Los alumnos que obtienen las peores notas son aquellos que corren más riesgo de quedarse fuera del sistema educativo. Ellos son los que este año han sido testigos de excepción de que el gran plan contra el fracaso escolar… fracasa.
La última reforma educativa impuesta por el Gobierno en el inicio del pasado curso pretende retenerlos en las aulas. Pero la formación profesional básica, diseñada para alejar a los alumnos del tan temido fracaso escolar y a la que pueden optar ya desde los 15 años de edad, ha tenido una implantación desigual en su año de estreno. La matrícula fue un 40% menor de la esperada y hay comunidades que alertan además de que los alumnos han suspendido más de lo que previsto.
Como siempre, estamos por detrás de nuestros homólogos europeos.
-España está a la cola de la UE en fracaso escolar. La tasa es del 21,9% desde 2014 y ha bajado casi dos puntos en un año. El Gobierno lo achaca a los efectos del primer curso de implantación de la LOMCE, la reforma educativa. La oposición replica que no ha dado tiempo a que se noten esos efectos y lo relaciona con que la crisis ha devuelto alumnos a las aulas.
-La Formación Profesional básica, un ciclo novedoso contra el fracaso escolar, debía atraer a 60.000 alumnos durante el primer curso. La cifra no se ha alcanzado. Las tasas más bajas se registraron en Asturias, Galicia, Cantabria, Madrid, Castilla— La Mancha o Extremadura. País Vasco y Cataluña no lo han puesto en marcha.
El primer curso de la FP básica, que sustituye a los antiguos Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), se implantó a la carrera en los centros el pasado septiembre.Un portavoz del Ministerio de Educación —que inició el curso augurando 59.346 estudiantes y admite ahora en sus informes que fueron 34.728 — señala que esos datos “se corresponde con los proporcionados por las comunidades autónomas” y añaden que son los orientadores de los centros los que aconsejan la mejor vía para cada alumno, que es además quien tiene la última palabra.
El plan estrella contra el fracaso escolar no empezó con buen pie el curso pasado. La confederación de padres de la escuela pública, CEAPA, recomendó a las familias que no matricularan a sus hijos en estos ciclos alegando falta de planificación. La federación de directores de instituto, Fedadi, señaló que el plan había llegado demasiado tarde para informar bien a los estudiantes y que muchos optarían por seguir en la ESO y repetir curso.
Distintas autonomías alertaron en su última reunión del pasado 13 de agosto con el Ministerio de Educación, de que las tasas de suspensos habían sido demasiado altas. La memoria de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) preveía a que el 85% de los alumnos del ciclo pasaran al segundo curso que empieza este septiembre. En Aragón hay más de un 30% de suspensos, hasta el 40% en algunos ciclos. En Castilla-La Mancha solo ha aprobado uno de cada cuatro alumnos en junio (26,6%). Un portavoz del Ministerio de Educación replica que habrá que esperar a que acabe la formación completa para hacer un análisis “realista” de los resultados.De momento, ministerio y comunidades deben diseñar juntos cómo será el examen al que los estudiantes de estos ciclos deben enfrentarse en junio para obtener el título de la ESO, según los últimos planes de Educación. Es una opción que les reconoce la ley educativa pero que quedó en suspenso por un año porque las reválidas de secundaria no se aplicarán, en todo caso, hasta un curso después.
Por ser conscientes de este tipo de situaciones que nuestros alumnos están sufriendo, en COESU Educación trabajamos por la implicación del alumno en su aprendizaje, por su motivación y por su evolución. Lo hacemos como lo hacen nuestros homólogos europeos, utilizando la tecnología mas moderna aplicada a la educación y las metodologías más innovadoras de aprendizaje. En nuestras actividades extraescolares y de ocio educativo los alumnos trabajan en su educación para evitar el fracaso escolar.
Cogito ergo sum…